TU RESPUESTA ES...
“...todo se nubló, los ojos no proporcionaban ningún tipo de estímulo visual que el cerebro pudiera interpretar y decodificar como suele hacerlo normalmente, sabía que veía algo pues tenía los ojos descubiertos por los párpados además sentía la clásica irritación en el globo ocular producida por observar algo muy brillante, y sin embargo no se daba cuenta, la sensación de ceguera era algo nuevo para él –tal y como lo sería para cualquiera de ustedes si perdiera la vista de forma repentina- , luego el terror lo invadió aún más, notaba que la audición también la había perdido, así como cualquier otro sentido que poseyera su cuerpo aparentemente sin vida ya, en su mente empezó a tomar forma la idea de...”.
-¡No puede ser!, ¿qué más dice el texto?, ¿cómo es posible que así acabe la historia?, ¿estás seguro que no hay nada más? Vamos, busca, algo extra tiene que decir el escrito que encontraste, ¿dice el nombre del autor?, ¿cómo puede ser que sólo esté eso?, ¿dónde lo has hallado?, ¿en la biblioteca de la escuela, en unas hojas sueltas que salieron de un libro de cuentos de H. P. L.?, ¿y son del mismo tipo de letra que la del libro? Me lo imaginaba, no suena como nada escrito por él, de hecho ese no es su estilo, aparte es evidente que esas hojas no son, bajo ningún punto de vista, producidas por alguna imprenta, digo, las letras están hechas a mano, y se ven bastante viejas, no tienen título, ni nada que nos pueda proporcionar información acerca de quién las escribió. El último pedazo de esa hoja fue arrancado, y no sabemos si haya otras más, o dónde empiecen; dices que tienes alrededor de tres semanas de haberlas encontrado y también intetaste hallar más información, supongo que buscaste en Internet y preguntaste en la misma biblioteca, ¿y no has resuelto nada? A ver, déjame echarle un vistazo desde la primera página.
“Sucedió hace unos pocos años, en mi época de estudiante de la media superior no era nadie fuera de lo común. Como todos, me dedicaba a estudiar en ratos y en otros ratos a divertirme... total, yo siempre he creído que la vida es demasiado corta como para malgastarla en cosas que no pudieran proporcionarme alguna clase de placer, o dicho en otras palabras, rehuía de cualquier forma a todo aquello que pudiera causarme sensaciones displacenteras, era un adolescente hedonista, y las probabilidades de morir se encontraban a la vuelta de la esquina, con cualquier conductor de transporte público o particular que se diera a la fuga después de arrollar a alguien para evitar el castigo impuesto por la ley –como si con eso pudiera deshascerse del castigo divino que le estuviera esperando al morir-; o un mal paso en las escaleras eléctricas del metro que me hiciera resbalar y desnucarme; talvez hasta en mi comida pudiera encontrar la muerte, tal y como le pasó al abuelo de Luis, que encontró el final con un grano de arroz atorado en su garganta que le hizo ahogarse –irónico diría yo, sobrevivió a los enfrentamientos armados de su época, para acabar de esta forma-, y la muerte no conforme con el peculiar suceso, se rió de la familia al hacerlo frente a la hija del señor, la cual aun siendo médico, se puso tan nerviosa que no pudo realizar una traqueotomía para así poder permitir la llegada de aire a sus pulmones.
La muerte podría estar aguardándome en algún sitio con mi nombre escrito en un letrero de cartón esperando recibirme como a cualquier persona en un aeropuerto. Por lo tanto lo único que cabía esperar era vivir de manera intensa, disfrutando cada momento que tuviera como si ése pudiera ser el último porque pese a mi creencia en Dios, no había nadie que me hubiera demostrado la existencia de algo más allá; más que nada mi creencia en esto ha sido una especie de esperanza ante la injusticia del mundo y, no la fe incondicional al Reino de los Cielos.
1 comentario:
jajajaja claro, todos caemos con Lovecraft, lo excelso e la técnica jajajaja excelente.
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